La ley de Reforma Electoral aprobada en la Cámara Alta contempla que la conformación de las listas de cada partido para las elecciones generales se hará sólo entre quienes en las primaras hayan obtenido al menos el 1,5 por ciento de los votos emitidos. Este ítem había suscitado una gran polémica entre los partidos minoritarios, quienes adujeron que la medida era de algún modo discriminatoria.
Además, la iniciativa regula la forma en la que el gobierno provincial contratará y distribuirá espacios de radio y televisión que los partidos utilizarán para difundir sus propuestas durante la campaña.