San Antonio Spurs derrotó por 111 a 92 al actual campeón, Miami Heat, para ponerse 2 a 1 arriba en la serie, al mejor de siete encuentros, que determinará al campeón de la temporada de la NBA.
El equipo de Greg Popovich se los llevó puestos a los locales en la etapa inicial. Con un 71 a 50 cerró el primer período con una gran labor ofensiva en conjunto, como es costumbre, de los texanos. Estuvieron a ocho puntos de la mejor marca en finales, lograda por Boston en 1985 (79 puntos le marcó a los Lakers, en el clásico de esa década). La derrota en el segundo partido caló hondo en el ánimo de los Spurs, por lo que no sorprendió su actitud en este tercer pleito, aunque sí su efectividad.
La segunda mitad fue un aluvión de los locales. Lebron James y compañía necesitaban descontar rápido para ponerse en juego, y casi lo logran. Llegaron a estar a siete puntos pero un triple certero los frenó y ya no pudieron recuperarse, cuando promediaba el último cuarto. Con Kawhi Leonard como figura, con 29 puntos, San Antonio recuperó la ventaja deportiva y ahora espera con otro ánimo el próximo partido, el jueves en Florida.
Manu aportó en todas las facetas de juego: 11 puntos (3-5 dobles, 1-3 triples y 2-2 libres), tres rebotes, una asistencia, un robo y una pérdida en 27 minutos en cancha. Además, con un triple, llegó a los 288 en playoffs y quedó a cuatro del tercer lugar, hoy de Kobe Bryant con 292.
En el mejor básquet del mundo las estadísticas muchas veces sentencian las series: el ganador del tercer juego en una serie igualada en 1, gana el 83 por ciento de las finales.