Mónica Gangemi, integrante de la Asociación Compromiso Vial por Úrsula y Carla, habló con ‘Estamos en eso’ en el Día de la Seguridad Vial. La actividad, organizada por la agrupación Puente Estrella, congregó a delegaciones de Rosario, Victoria y Paraná, integrantes de la ONG Compromiso Vial —que colaboró con la campaña— y funcionarios entrerrianos y santafesinos. “Fue un acto muy emotivo, con muchísima gente, mucha más de la que esperábamos”, señaló Gangemi.
“Fue un acto de memoria y de denuncia, porque donde hay una estrella amarilla es un lugar donde hay una muerte vial”, destacó.
La traza que une la ciudad entrerriana con Rosario ya cumplió una década. “En esta ruta nacional hubo 40 muertes en 10 años –explicó-. Es una ruta donde cada vez hay más camiones, no hay banquina. Casi todos los choques son frontales, se generan cuando un auto intenta pasar a otro y termina chocando”.
En los registros oficiales sólo dan cuenta de 28 muertes, siendo que son más de 40 y esto se explicaría porque sólo se anotan las muertes instantáneas y no se tienen en cuenta las que se dan luego, en centros de salud.
Además, en el Día de la Seguridad Vial, la finalidad de la campaña es generar conciencia en los conductores. “Apelamos a quien ande por ahí tenga cuidado, con respeto, que no hay que excederse en la velocidad, que no hay que pasar a otros autos”, remarcó la integrante de la Asociación Civil Seguridad Vial por Úrsula y por Carla.
“El mayor porcentaje en los siniestros lo lleva la falla humana”, dijo Gangemi, aunque aclaró que casi en su totalidad se pueden evitar: “Los hechos viales en un 98 por ciento son evitables. Se tratan de hechos generados por imprudencia, negligencia o impericia, como figura en la ley”. En este sentido, uno de los pedidos más firmes es la necesidad de una doble vía para la ruta, que de por sí es muy angosta y cuyas banquinas son estrechas e inseguras. También se denunció que de los 850 siniestros sobre este viaducto, el 80 por ciento fueron choques frontales.
Por último, otra de las preocupaciones de los familiares y las distintas ONG pasa por el cumplimiento de las normas de tránsito y por las sentencias que la Justicia termina dictaminando. “Pedimos que las penas sean de cumplimiento efectivo, que podrían serlo y no lo son. Ni siquiera necesitamos leyes más duras, pero el Código Penal tiene interpretaciones en lugar de cumplimiento”, concluyó.