Los siete hombres suspendidos estaban afectados al cuidado de las balas que finalmente desaparecieron de manera misteriosa. Una vez que el ejército notó el faltante, tomó esa determinación y además la de transportar el resto de las municiones livianas a otra dependencia.
El Batallón 603, o "San Lorenzo", funciona en un predio ubicado entre la ruta 11 y el río Paraná, a unos 17 kilómetros de Rosario. Un alambrado lo divide de la Fábrica Militar que lo abastece.
La denuncia por este hecho fue presentada a fines del año pasado por el propio Ejército ante el Juzgado Federal Nº3 de Rosario, cuyo titular es Carlos Vera Barros y las actuaciones fueron giradas al fiscal Mario Gambacorta, según informó La Capital.
La desaparición se produjo días antes de que se conociera el faltante del misil TOW 2, que fue denunciado ante el juez federal de La Plata Laureano Durán, lo que llamó la atención de los funcionarios.