"A partir de las lluvias de noviembre y diciembre en todo el norte, toda esa agua tiene como punto de salida Santa Fe, o sea el río Salado. Hoy tenemos un caudal de 300-350m3 por segundo que, comparado con las crecidas que hemos tenido, no es significativo. El año pasado hubo 1.800 y la crecida de 2003 fueron 4.000”, dijo en LT10, Ricardo Giacosa, subsecretario de Planificación y Gestión del Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente.
La cuenca del río Salado está cargada de agua y superó el nivel de alerta técnico en la ciudad de San Justo, con más de 9 metros (9,15 metros esta mañana). La causa son las intensas precipitaciones del último trimestre, que superaron los 600 milímetros en algunas zonas del norte de la provincia.
“En la margen de Santo Tomé no hay mayores problemas. Los desagües pluviales tienen un sistema de bombeo y compuertas. Está todo bajo control”, agregó el funcionario.
Un informe del Ministerio de Aguas determina el nivel de riesgo. “Estos caudales están indicando un importante grado de saturación de la cuenca, lo que es una condición necesaria pero no suficiente, para que se produzcan crecidas de mayor magnitud, lo que depende principalmente de las características de las futuras precipitaciones”, advierte el informe.
En esta situación también influye que la cuenca del río Paraná está más alta que lo habitual y “tapona” la salida del Salado.