La decisión la tomó la Sala 2 de la Cámara de Apelaciones de la Justicia rosarina que ratificó la imputación formal del Diego “Panadero” Ochoa, ex líder de la barra brava de Newell's, por el asesinato –como autor intelectual– de Roberto Pimpi Camino, máximo referente de la barrabrava leprosa previo al mismo Ochoa. De este modo, todo indicaría que la causa arribaría a juicio oral por el asesinato de Pimpi.
En tanto, Ochoa, que se encuentra bajo prisión preventiva, recibió el revocamiento de su procesamiento por el crimen de Maximiliano Rodríguez, conocido como el Quemadito, ocurrido en febrero de 2013 en Rosario. La medida fue tomada por los jueces Daniel Acosta, Adolfo Prunoto y Otto Crippa García. El barra estaba procesado como instigador del homicidio triplemente agravado, promesa de remuneración, alevosía y concurso premeditado de dos o más personas.
Junto a Ochoa, en la investigación por el asesinato del Quemadito (hijo del Quemado Rodríguez, recientemente condenado por el triple crimen de Villa Moreno) están involucrados Héctor Rodríguez, Sergio y Walter Acosta y Marcelo Romano. Sus procesamientos fueron ratificados parcialmente, ya que dejaron sin efecto el agravante atribuido por “precio o promesa remuneratoria”.
En este sentido, el episodio conocido como del “Panadero entangado”, en el que Matías Pera y Maximiliano Rodríguez, junto a otros integrantes de la barra, golpearon y desnudaron a Diego Ochoa dentro del estadio de Newell's fue lo que hizo sospechar que Ochoa esté involucrado, primero, en el asesinato de Quemadito, y luego en el ataque a Pera.
“Eso lleva a pensar que era más necesaria la eliminación de Camino (el jefe) que la de Maximiliano Rodríguez” refiere el fallo, a lo que se sumó la estrecha relación de Ochoa con Carlos Betito Godoy –hoy condenado como coautor del homicidio de Camino junto a René Húngaro, además de Emmanuel Suárez como partícipe secundario–, quien fuera cuñado y ladero de Ochoa en la barra. El mismo Godoy contaba con un celular a nombre del Panadero al momento del homicidio, y mantuvo contactos telefónicos antes y después del crimen. Los camaristas tampoco obviaron el apoyo anímico y económico que Ochoa le brinda, incluso hoy, a Godoy.