Otra vez Central Córdoba es noticia por hechos que nada tienen que ver con lo deportivo. Durante el día de ayer se reeditaron sucesos de violencia y amenazas contra gente ligada al club, en un nuevo intento por parte de los violentos de amedrentar a quienes intentan sacar al Charrúa adelante.
Una de las víctimas fue Marcelo Vaquero. El flamante entrenador del primer equipo recibió varias llamadas a su teléfono celular, en las cuales se lo amenazó para que no se haga cargo del equipo. Cabe destacar que el DT ya había padecido episodios similares en sus dos etapas anteriores en Tablada. A esto hay que sumar las pintadas y amenazas de nuevos atentados sufridas por miembros de la Comisión Directiva en sus casas y negocios particulares.
A raíz de esto, los dirigentes charrúas dieron esta tarde – noche una conferencia de prensa en la que relataron estos acontecimientos y detallaron los pasos a seguir.
“Desde que asumimos, hace 8 meses, hemos hecho 7 denuncias. A eso hay que sumarle los 4 sucesos que se dieron entre ayer y hoy”, comenzó comentando el presidente Carlos Lancelotti, quien luego confirmó que en la jornada de mañana mantendrán una reunión con Pablo Farías, el Secretario de Coordinación de Seguridad en Competencias Deportivas y Espectáculos Masivos.
Al respecto, Lancelotti aseguró: “Ya a mediados de año tuvimos una reunión con Farías. También dos con Antonio Bonfatti y una con Raúl Lamberto. En esos momentos nos prometieron una serie de cosas, pero no han querido o no han podido hacer nada”. Más tarde, visiblemente molesto, el propio presidente manifestó: “¿Que están esperando, que maten a alguno. Por qué no se ponen a hacer algo? Yo entiendo que es difícil, pero que demuestren que lo intentan al menos.
Por último tomó la palabra uno de los vicepresidentes, Luis Stern, y dijo: “¿Cuánto tenemos que hacer para que nos dejen laburar tranquilos? Si quieren que nos vayamos, terminaremos dándoles la llave del club y Central Córdoba desaparecerá”.
Lo concreto es que, más allá de las denuncias, conferencias de prensa y reuniones con los organismos de seguridad que han llevado a cabo los directivos del conjunto de Tablada, los episodios se repiten. El panorama para el club seguirá siendo oscuro mientras no se tomen cartas en el asunto y se expulse definitivamente a los violentos.