“Jugar en la selección te quita prestigio”. Allá, por septiembre de 2011, luego del fracaso en la Copa América de Argentina, Carlos Tevez le dio un importante adiós al equipo albiceleste con su polémica declaración. Muchos de sus compañeros no se "bancaron" la frase del “Jugador del Pueblo”, que para ese torneo fue convocado a último momento por “presiones externas”, según las declaraciones del ex DT de la selección, Sergio Batista.
La relación del Apache con la selección ya venía en un punto crítico después de la Copa Mundial de Sudáfrica. El Presidente de AFA, Julio Grondona, lo tenía entre cejas luego de que el jugador defendiera con fervor al ciclo de Diego Maradona. Y Batista no lo tenía en cuenta para la Copa América de 2011, pero tuvo que ceder ante esas presiones.
Aquellos que no lo querían en la selección tuvieron la excusa perfecta cuando Muslera le detuvo el penal que eliminó a la selección de su propia Copa. Y después, con la calentura duradera, llegó la frase poco feliz. Un año más tarde, el Apache redobló la apuesta y terminó de ponerle candado a la puerta de una nueva convocatoria: “No extraño la selección, estoy más contento afuera”.
Claramente, la no convocatoria mundialista no estuvo ligada a razones futbolísticas. Sería muy necio pensar eso cuando está pasando por un gran momento en su carrera, que lo ha puesto de nuevo –desde hace un tiempo ya- en la constelación de los cracks, de los ídolos indiscutibles. Pero Tévez nunca formó parte del ciclo Sabella y su ausencia en la lista terminó teniendo cierto sentido.
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El Tata Martino amagó con convocarlo para la reciente gira en China, pero recién lo confirmó ahora, con el conjunto albiceleste presto para enfrentarse a Croacia y Portugal en Inglaterra, lindos partidos que aunque vayan atados a un acuerdo comercial, sirven para hacer funcionar engranajes ante rivales de fuste.
Carlos Tevez vistió por primera vez los colores de la selección en 1999, en la categoría sub 15, jugando el “Torneo 3 Naciones” contra Francia e Inglaterra. En esa competencia Carlitos deslumbró al público cuando le convirtió un golazo de chilena a los franceses. Javier Mascherano y Maxi López fueron parte de ese equipo.
Luego conformó el plantel del sub 17 que obtuvo el Sudamericano en 2001 y el cuarto puesto en el Mundial de Trinidad y Tobago. En octubre de ese año Carlos Bianchi lo hizo debutar en la primera de Boca y en 2003 llegó el primer desencuentro con la selección, cuando el club de la ribera le denegó el permiso para ir al Mundial sub 20 de Emiratos Arabes Unidos.
Marcelo Bielsa lo hizo debutar en la selección mayor el 30 de marzo de 2004, en las eliminatorias para Alemania 2006, contra Ecuador, reemplazando a Mariano González. El técnico le tenía la confianza suficiente como para tenerlo en todas las categorías que lo pudiera utilizar, ya que en enero había ganado el Preolímpico y el objetivo era la medalla dorada en Atenas, más aún después de perder la Copa América en Perú, por penales, contra Brasil.
Después de ganar el oro olímpico Bielsa dejó la selección y su reemplazante, José Pekerman, siguió con las convocatorias a Tevez, que ya había dejado Boca y pasado al Corinthians de Brasil. Después de su debut mundialista en Alemania 2006 llegó el pase a Inglaterra, donde tras un buen año en West Ham pasó al Manchester United. A esa altura tenía más de 25 partidos con la camiseta argentina y conformaba una sociedad con Lionel Messi: comenzaba una nueva era con Alfio Basile al frente del combinado.
Un nuevo subcampeonato en la Copa América frustraba un festejo en la selección. Esta vez fue en Venezuela y otra vez fue Brasil el verdugo albiceleste, sólo que en esa final el resultado fue un lapidario 0-3. Algunos tironeos internos terminaron con el segundo ciclo de Basile, donde a Tévez se lo veía ofuscado y sin control en las canchas. Las dos expulsiones en las eliminatorias eran prueba de ello.
Con la llegada de Diego Maradona a la selección, Tevez se convertía en un ícono del DT, con quien mantenía una excelente relación.
El Apache estuvo en el 1-6 ante Bolivia, en La Paz, partido en el que fue reemplazado por Montenegro y fue parte de toda la clasificación al Mundial de Sudáfrica que, aunque muy emotiva, fue bastante mala para la calidad de jugadores con los que se contaba. Pero ese partido, especialmente, fue el que generó el primer cortocircuito en Diego, a quien Tevez defendía fervorosamente, y sus dirigidos. De ahí al Mundial que terminó en cuartos con goleada contra Alemania, el ciclo Batista, la fallida Copa América en el país, la salida del Apache, su ausencia en todo el ciclo Sabella y los rumores sobre enemistades, duelos de vestuario, egos y demás minucias de la chismografía deportiva.
Con un ciclo flamante que intenta conseguir el primer título para la selección en 21 años de sequía, las internas parecen haber mermado. Meses atrás, con una foto de Messi y Tevez en Milán y otra del Apache con Higuaín en Monza comenzó la era del deshielo. La paz parece haber retornado a un equipo que necesita coronar el año que viene en la competencia continental. Martino, que de entrada quiso contar con el polémico e indiscutible crack, ya lo tiene entre sus 22. Será hora que la potencia de los súper cracks nacionales sea suma adentro de la cancha, que es lo único que importa, al fin y al cabo.