Por: Victor Welsh – psicólogo de alto rendimiento de Huracán - @victorwelsh – Rosario.com
Presión, concentración, motivación, confianza y muchos más términos son los que escuchamos en la mayoría de cada partido. Acaso, la mente y la conducta humana, ¿No tienen que ver? Afirmaciones como: “Es difícil jugar en esa cancha”, “La gente empuja”, “Nunca ganamos en esa provincia”, “En nuestra cancha no podemos perder”, son algunas de las tantas frases más escuchadas en boca de los futbolistas y se forman en relación a determinada circunstancia.
A lo largo de la campaña de un equipo, de un entrenador o de un jugador se van formando determinadas representaciones mentales.
En la formación de cada una de ellas influyen múltiples factores, como por ejemplo: la formación cultural de ese entrenador o jugador, las situaciones deportivas vividas a lo largo de su carrera las victorias y las derrotas son asociaciones con la vida personal, el estado de ánimo actual y la influencia del entorno.
Dichas representaciones mentales pueden ser modificadas, aunque primero deben ser detectadas las múltiples circunstancias que influyeron en su formación.
Es muy común la aparición de pensamientos negativos en un deportista o en un entrenador, que luego conllevan la pérdida sostenida de confianza. Una estrategia mental posible consiste en cambiar esas representaciones mentales con connotaciones negativas.
Las famosas cábalas en el fútbol también son representaciones mentales. Se le otorga cierto “poder” a rituales u objetos, cuando en realidad lo que se está haciendo es depositando confianza en esa cábala, formada por una representación mental específica. En el fútbol profesional los clásicos “cuernitos” de Mostaza Merlo, pararse ante un ataque del equipo propio y sentarse ante el avance del rival (realizado por varios DT), repetir vestimentas luego de una victoria son ejemplos de representaciones mentales que otorgan confianza y seguridad dentro de la alta competencia.
Lo más saludable sería la formación de pensamientos positivos basados en el conocimiento, la confianza en el trabajo realizado y en las capacidades de cada jugador para responder ante situaciones decisivas.